Era el año dos mil veinte se apoderó
de nosotros el miedo y el temor.

Se apoderó de cada uno
y de mil más, que gritaron en un solo grito de dolor

Llegó el fantasma que
hizo huir nuestra cotidiana y rutinaria vida :
el de la corona sin piedad.

Pero luego pasó, al unirnos en un grito de clamor:
Dios ,ayúdanos a subsistir: te suplicamos.

Era el año dos mil veinte:
Quedó solo en el recuerdo pero más en la unión global.

(Resumido del original)

“Yo no sé escribir dice alguno.” Creo que todos podemos escribir si nos decidimos a hacerlo.